En los últimos 30 años, SUNAT ha fiscalizado presencialmente a los contribuyentes de forma integral, iniciando entre 24 o 30 meses desde el periodo declarado; o de forma parcial (IGV por ejemplo), iniciada dentro de los siguientes 18 meses a la declaración. La gran limitante siempre ha sido el tiempo limitado del auditor y su desplazamiento.
Para reducir dramáticamente estos plazos a 10 días hábiles, ya desde el 2017 se implementó la fiscalización electrónica para revisar temas específicos a través de la web de SUNAT. El 2021 estará regido por requerimientos electrónicos gracias al uso de inteligencia artificial. Si antes se hacían entre 20 mil y 40 mil fiscalizaciones anuales, ahora serán medio millón por año.