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Fondo Monetario plantea fortalecer las respuestas fiscales de los países

ANTE LA CRISIS SANITARIA INTERNACIONAL

Entidad multilateral considera necesario seguir reforzando capacidades para ejecución de proyectos.

El promedio mundial de la deuda pública se aproximó a 97% del producto bruto interno (PBI) a finales del 2020, y se prevé que permanecerá apenas por debajo de 100% en el mediano plazo, sostuvo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe Monitor Fiscal abril del 2021.

Considera que pese al aumento de la deuda, el promedio de pagos de intereses en general ha disminuido en las economías avanzadas y en muchos mercados emergentes, dada la tendencia a la baja de las tasas de interés de mercado.

Conforme a sus mandatos, los bancos centrales redujeron las tasas de interés de política monetaria y compraron bonos, facilitando así las respuestas fiscales ante la pandemia.

Para los países de bajo ingreso, no obstante, financiar los abultados déficits sigue siendo una tarea problemática, en vista del limitado acceso al mercado y el escaso margen del que disponen para incrementar los ingresos a corto plazo, asevera en su informe.

Asistencia

Por ello, afirma que estos países necesitan recibir asistencia mediante donaciones, financiamiento concesionario, o, en ciertos casos, reestructuraciones de la deuda.

“A mediano plazo, se proyecta que los déficits fiscales se contraigan en los países de todas las categorías de ingresos conforme se acelere el ritmo de la recuperación y se reanuden los ajustes fiscales”.

Por lo tanto, estima que en la mayoría de los países las relaciones deuda/PBI se estabilicen o disminuyan, aunque la deuda pública continuará aumentando en unos pocos países debido a factores como el envejecimiento y las necesidades de desarrollo.

La incertidumbre en torno a las perspectivas fiscales es inusitadamente elevada, precisa el FMI.

“El aspecto positivo es el avance de la vacunación a un ritmo más rápido de lo previsto que podría adelantar el fin de la pandemia, lo cual estimularía la recaudación de ingresos y reduciría la necesidad de más apoyo fiscal”, subraya.

Por el lado negativo, estima que la recuperación podría verse entorpecida por una desaceleración económica más prolongada, un endurecimiento de las condiciones financieras en medio de un fuerte endeudamiento, un aumento de las quiebras de las empresas, la volatilidad de los precios de las materias primas o la agudización del malestar social.

En general, cuanto más se prolongue la pandemia, mayor será el desafío para las finanzas públicas, agrega.

Con este telón de fondo, el FMI afirma que las prioridades de política fiscal consisten en seguir brindando el apoyo que sea necesario a medida que avanza la vacunación y mientras se afianza la recuperación.

En este caso, destaca implementar sin demora las medidas fiscales anunciadas reforzando las capacidades para la ejecución de proyectos y mejorando los procedimientos de adquisición; emprender una transformación verde, digital e inclusiva de la economía y abordar deficiencias de larga data en las finanzas públicas una vez que se haya afianzado la recuperación.

También figura trazar una estrategia a mediano plazo para gestionar los riesgos fiscales y financieros; y renovar los esfuerzos que permitan alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Propuestas de acciones<

ara cumplir con las prioridades referidas, el FMI recomienda ampliar la cooperación mundial para contener la pandemia, sobre todo acelerando la vacunación a costo asequible en todos los países.

En un escenario favorable en el que se logra controlar la pandemia más pronto en todos los países, para 2025 el crecimiento económico más dinámico generaría más de un billón de dólares en ingresos tributarios adicionales en las economías avanzadas, en cifras acumuladas, y ahorraría billones más en cuanto a medidas de apoyo fiscal. De esta forma la vacunación se pagaría por sí sola, y supondría un excelente rédito del dinero público invertido en la ampliación mundial de la producción y distribución de vacunas. Las medidas deben focalizarse mejor y adaptarse a la capacidad administrativa de los países, de modo que sea posible mantener el apoyo fiscal mientras dure la crisis, teniendo en cuenta que la recuperación puede ser incierta y desigual. “En vista del entorno de bajas tasas de interés, una campaña sincronizada de inversión pública verde por parte de los países que disponen de espacio fiscal puede estimular el crecimiento mundial”, agrega la entidad multilateral.

 

Fuente: Diario El Peruano