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Fin de doble tributación con socio clave de Perú demorará en hacerse realidad: ¿qué falta?

Entrada en vigor del acuerdo, que proyecta facilitar inversiones del en minería y energías renovables, demoraría dos años más. por esta razón están entrampado.
En marzo de este año, Perú y Reino Unido firmaron un Convenio para evitar la Doble Imposición (CDI) tributaria, con el objetivo de facilitar las transacciones y el intercambio comercial entre ambos países.
Sin embargo, para que entre en vigencia, hacía falta que ambos Estados realizarán procesos internos para darle validez. Según fuentes consultas por Gestión, con conocimiento directo de este proceso, desde su firma el CDI no ha avanzado sustancialmente, al menos desde el lado peruano.
Así las cosas, se ve poco probable que el convenio dé frutos desde el 1 de enero del 2026, ya que, de siete pasos, cuando menos, para hacerse viable, Perú estaría recién por culminar la segunda etapa, que corresponde exclusivamente al Poder Ejecutivo. El CDI con Reino Unido no es cualquier acuerdo, se trata de un convenio firmado con el país que mayor Inversión Extranjera Directa (IED) ha destinado al Perú.

 

Dos años más como mínimo para funcionar

Según explicó Katarzyna Dunin Borkowski, abogada especialista en derecho tributario que investigó la actualidad del CDI con Reino Unido, suscrito el CDI, los documentos son enviados a la Cancillería y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), con el objetivo de que preparen el sustento técnico del acuerdo. El siguiente paso es que el Consejo de Ministros lo apruebe. Hecho esto, inicia el trabajo del Congreso.
Allí, el CDI sigue el proceso regular de un proyecto de ley. Se asigna a las comisiones de Relaciones Exteriores y/o de Economía para su análisis. Se dictamina y pasa al pleno del Legislativo, que debe discutirlo también. Aprobado allí debe ser ratificado (no observado) y publicado por el Ejecutivo, para entrar en vigor.

Fuentes con conocimiento directo de estos trabajos precisaron que, si bien el CDI no se encuentra en el primer paso, aún sigue en manos del Ejecutivo y no ha llegado a ser discutido en el Consejo de Ministros.
Así las cosas, Dunin Borkowski sostuvo que, tomando en cuenta la coyuntura actual, donde hubo un cambio de gobierno y, por ende, de nuevos ministros, es poco probable que el CDI acelere su ritmo y llegue a manos del Congreso antes que acabe el 2025. Por ello, estima que, lo más probable, es que su aplicación no ocurra hasta en dos años, por lo menos.

“Lo que ocurre es que el CDI tiene efectos principalmente en el Impuesto a la Renta (IR), que es de periodicidad anual. Por eso lo que emana del acuerdo se aplica a partir de enero del año siguiente. Si culmina su proceso en 2026, sus efectos serían efectivos recién el primero de enero del 2027″, detalló.
Vale precisar también que, si el Gobierno quisiera que el CDI entre en aplicación en 2026, no tiene hasta el 31 de diciembre de este año para que el Congreso lo apruebe en pleno y se promulgue. La segunda legislatura ordinaria de este año, que inició el 27 de julio, culmina el 15 de diciembre, salvo se convoque a una sesión extraordinaria por acuerdo entre las bancadas.

 

Implicancias tributarias del CDI entre Reino Unido y Perú

 

El CDI es un documento clave para la relación de Perú con sus socios estratégicos. De acuerdo al mismo MEF, estos convenios se celebran para evitar, como dice el nombre de los acuerdos, que una misma ganancia sea gravada por más de un Estado.
“Mediante el uso de los convenios, los Estados firmantes renuncian a gravar determinadas ganancias y acuerdan que sea sólo uno de los Estados el que cobre el impuesto o, en todo caso, que se realice una imposición compartida, es decir, que ambos Estados recauden parte del impuesto total que debe pagar el sujeto“, indica el MEF al detallar la relación de los CDI en su página web oficial.

¿Qué se acordó en el caso de Perú y Reino Unido? Según la página oficial del gobierno del país europeo -que remarca que el CDI no estará en vigor hasta que los Estados culminen sus labores internas-el artículo 22 del acuerdo define, entre otras cosas, disposiciones para un “régimen coordinado” que evite una imposición tributaria redundante en el caso de los dividendos.

Respecto al IR, aclara el CDI, se manejarán créditos. Por ejemplo, los residentes peruanos podrán usar esta figura para cumplir sus obligaciones en Perú si es que han pagado ya el impuesto del Reino Unido pagado sobre renta y ganancias de capital. En ningún caso, ese crédito superará la parte del impuesto peruano que sea atribuible a las rentas o ganancias gravables en el país europeo.

En el frente comercial, Perú tiene vigente desde el 2020 un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el país europeo. Aparte, a finales del 2024, Perú ratificó la adhesión del Reino Unido al Tratado Integral y Progresista de la Asociación Transpacífico (CPTPP), lo que sumó beneficios adicionales para el comercio. El CDI, en este marco, completa el círculo de facilidades de intercambio, comentó Dunin Borkowski.
“Los TLC se refieren más que nada a la reducción arancelaria, es decir, tributos a la importación. El CDI, más bien, define dónde se tributa o si hay tributación compartida en renta. Son fundamentales porque incentivas las operaciones entre los países”, refirió la abogada tributarista.
De hecho, cuando se firmó el CDI, Gavin Cook, embajador de Reino Unido en Perú, dijo a Gestión que esperaba un incremento de la inversión en proyectos de minería y energías renovables. Un potencial que se quedaría en promesa, a falta de que el CDI avance.

De hecho, según cifras compartidas por el Sistema de Inteligencia Comercial ADEX Data Trade, a pesar del TLC y el CPTPP, las exportaciones peruanas al Reino Unido vienen a la baja en los últimos años. En 2024, los envíos peruanos a este país alcanzaron los US$ 874.2 millones, 33.05% menos que en 2023. La principal caída se registro en las exportaciones de petróleo y gas natural. En lo que va del 2025, los envíos tampoco han mejorado.
ADEX reporta que, hasta agosto, las exportaciones peruanas a Reino Unido alcanzaron los US$ 431.4 millones, 14.74% menos que lo que se había enviado a este país en ese mismo periodo en 2024: unos US$ 506 millones en valor. Los productos de la minería tradicional (-43.42%) y la minería no metálica (-42.48%) son los más afectados.

 

Fuente: Gestión