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Día Internacional de la Mujer: Avances y retos en el ámbito laboral

Es necesario promover la empleabilidad de la población femenina en sectores más competitivos, en los que predominan las empresas formales y se pagan salarios más altos, afirma el director de la Oficina de la OIT para los Países Andinos, Ítalo Cardona.

Para la OIT, la no discriminación en el empleo es un principio y derecho fundamental en el trabajo.

En la fecha que se conmemora el Día Internacional de la Mujer; la ocasión es propicia para reflexionar sobre la situación de las trabajadoras en el país y los esfuerzos que se deben efectuar para mejorar su acceso al empleo de calidad y condiciones laborales justas, que incluyen la igualdad salarial.

“En el Perú, como en casi toda la región, se han hecho avances en la promoción de la participación de la mujer en los mercados de trabajo y en el reconocimiento de sus derechos. Pero todavía hay un camino largo por recorrer para cerrar brechas y eliminar desigualdades y discriminación”, afirma el director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para los Países Andinos, Ítalo Cardona Monterroza.

Las peruanas, sostiene, están sobrerrepresentadas en el sector informal, en empleos de medio tiempo o temporales y en sectores formales de muy baja competitividad. “Y, aun cuando comparamos hombres y mujeres con la misma formación y experiencia, las mujeres en cargos de gerencia son menos. Esto impacta en sus salarios y reduce su autonomía económica”, advierte.

“Cuando están empleadas, las mujeres son especialmente afectadas por situaciones de violencia y acoso en el lugar de trabajo, lo que impacta negativamente no solo en su bienestar físico y mental, sino también en su desempeño, su productividad y, en última instancia, su permanencia en el mercado laboral”, revela.

Desafíos

En declaraciones al Diario Oficial El Peruano, Cardona señala que las mujeres afrontan, además, más desafíos que los hombres para acceder a una formación profesional y capacitación laboral, dentro de sus lugares de trabajo y fuera de ellos, principalmente porque no pueden disponer libremente de tiempo para hacerlo.

“Aquí es donde me gustaría detenerme: tanto la necesidad de aceptar trabajos por horas o temporales, como las dificultades para capacitarse y perfeccionar su perfil laboral, o para mantener una trayectoria estable y ascendente en el trabajo son causadas por la desigual distribución de las tareas de cuidado en los hogares del país”, asevera.

Las mujeres en el Perú, detalla, destinan dos veces más horas a las labores domésticas no remuneradas que los varones. “Y esta sobrecarga de responsabilidades de cuidado no solo restringe sus oportunidades en el trabajo, sino que también, en muchos casos, el trabajo doméstico no remunerado las termina sacando del mercado laboral”, anota.

“Según un estudio que estamos trabajando, en el Perú más de tres millones de personas se dedican a labores de cuidado no remuneradas en el hogar, sin recibir ingresos. De este grupo, el 86% son mujeres”, recalca el director de la OIT para los Países Andinos.

 

Sistemas

Por tal motivo, enfatiza, “desde la OIT insistimos en la necesidad de construir sistemas integrales de cuidados que garanticen una distribución más igualitaria del trabajo entre hombres y mujeres y una corresponsabilidad de estos servicios entre el Estado, el sector privado y la sociedad en su conjunto. Esta es una vía para avanzar en la inclusión efectiva de las mujeres en el mercado laboral, en igualdad de condiciones”.

“Por un lado, muchas mujeres pueden hacer un uso más autónomo de su tiempo, tanto para formarse como para dedicarse a un empleo o negocio fuera de casa. Y, por otro, se generan muchos puestos de trabajo en el rubro de cuidados, que seguramente serán ocupados, principalmente, por mujeres. Una política sólida en materia de cuidados les permitiría certificar esta experiencia y emplearse formalmente en el sector”, expresa.

Cardona informa que de acuerdo con simulaciones trabajadas por la OIT, invertir en mejores servicios de cuidados en siete países latinoamericanos, en los que se incluye el Perú, generaría 25.8 millones de empleos directos e indirectos. En torno a 9 de cada 10 de esos empleos serían formales y alrededor de 8 de cada 10 los ocuparían mujeres, agrega.

“Por eso, en este Día Internacional de la Mujer, el llamado desde Naciones Unidas es a ‘invertir para acelerar la igualdad de género’. Invertir en un sistema de cuidados, asegurando la participación de las organizaciones de trabajadores y empleadores en el diseño, implementación y evaluación de este sistema, en concordancia con lo establecido en el Convenio 156 de OIT, es una ruta segura para lograr más igualdad en el mundo del trabajo y una sociedad más equitativa y con mayor justicia social”, subraya.

 

Brecha salarial

En este contexto, Cardona asegura que para la OIT, la no discriminación en el empleo es un principio y derecho fundamental en el trabajo, y esto incluye, por supuesto, la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor. “Es preocupante que el Perú sea uno de los países con la brecha salarial más grande de la región”, alerta.

“Según el INEI [Instituto Nacional de Estadística e Informática], el 2022, las mujeres ganaban 27.4% menos que los hombres. No obstante que se avanzó de forma sostenida en el aumento de la participación laboral de las mujeres, la calidad y las condiciones del empleo continúan siendo desafiantes”, menciona.

Para abordar esta brecha, hay que trabajar en varios sentidos, tanto respecto a políticas y cambios estructurales, como desde las empresas.

“Por un lado, es necesario promover la empleabilidad de las mujeres en sectores más competitivos, donde predominan las empresas formales y se pagan salarios más altos, es decir, reducir la segregación horizontal en el empleo”, plantea.

Informalidad

En el Perú, refiere, los sectores con mayor incidencia de empleo informal (servicios, comercio y turismo) concentran la mayor tasa de empleo femenino, pero también existe una concentración de mujeres trabajando en sectores formales poco competitivos como la educación o la asistencia social.

Para el funcionario internacional, se deben reforzar asimismo las políticas y los programas orientados al emprendimiento femenino. “Una de las principales razones por las cuales las mujeres reciben salarios inferiores es debido a que muchas de ellas se ven obligadas a buscar empleos de medio tiempo o temporales y, en consecuencia, trabajan menos horas”, recuerda.

“La mayoría de los casos suceden porque ellas tienen que asumir una sobrecarga de responsabilidades de cuidado: mientras los hombres dedican en promedio 3.7 horas al día a las labores de cuidado, las mujeres lo hacen 7.5 horas. Hay que implementar con urgencia un sistema integral de cuidados, que permita a las mujeres mayor autonomía para salir a buscar empleo remunerado”, afirma.

En el ámbito de las empresas, es necesario promover y garantizar que se adopten instrumentos de valoración objetiva de los puestos de trabajo y procesos transparentes de fijación de salarios y de ascensos, para asegurar, por ejemplo, que las mujeres puedan competir en igualdad de condiciones por puestos gerenciales, reduciendo la segregación vertical en el empleo, puntualiza.

Libres de acoso

El Perú da pasos importantes en la creación de espacios de trabajo libres de violencia y acoso, en cumplimiento del Convenio 190, que ratificó el país en el 2022, sostiene Ítalo Cardona.

La OIT, subraya, “está acompañando de cerca a todos los actores del mundo del trabajo para garantizar una efectiva implementación del convenio”.

“Este convenio reconoce la violencia y el acoso como una violación de los derechos humanos y exige un enfoque inclusivo, integrado y sensible al género para prevenir y eliminar estas prácticas”, refiere.

Además, señala, brinda una protección amplia, aplicable tanto en la economía informal como formal, y en todos los sectores y modalidades de trabajo, al incluir diversas acciones que van desde la prevención hasta la reparación.

“La Recomendación 206 –que complementa al convenio– define un marco común y claro para la acción. El primer paso es que el Gobierno, empleadores y trabajadores puedan enviar un mensaje claro sobre su compromiso con la promoción de entornos laborales seguros y libres de violencia”, asegura.

Asimismo, indica, que lleven a cabo campañas masivas de sensibilización, reconocimientos e intercambios de buenas prácticas, seminarios de discusión y análisis para crear una cultura de tolerancia cero en el país, cualquiera sea el sector o el tamaño o condición de la empresa.

 

1975

Es el año en que la ONU comenzó a conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

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? ¡Buenos días! ???? Esta es la portada del Diario Oficial El Peruano de hoy, viernes 8 de marzo.

Fuente: Diario El Peruano.