Problema multidimensional. Una de las aristas para combatir la informalidad en el país está a cargo de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat): registrar las obligaciones de los contribuyentes a través de la planilla electrónica. Al respecto, Palmer De La Cruz, representante de la institución, garantizó que el objetivo no es sancionar a quienes les resulte difícil cumplir, sino más bien fomentar la adhesión. “Hemos venido trabajando en soluciones más simples para las empresas más pequeñas”, comentó.
El superintendente nacional adjunto de Tributos Internos compartió esta perspectiva en el marco del foro Informalidad vs. competitividad: el camino hacia el progreso sostenible, que organizó la Cámara de Comercio de Lima (CCL). Aprovechó también el espacio para exponer las condiciones que alejan a los peruanos de la legislación y para precisar que la Sunat, además de centrarse en el control, busca la eficiencia de los servicios de administración.
LA TAREA DE IMPULSAR EL PAGO DE IMPUESTOS
De La Cruz explicó que una de las medidas para fomentar el rol de los pagadores es la ejecución de mejoras en los servicios públicos. “Si existen deficientes servicios públicos, probablemente las motivaciones de la formalidad sean menores. Ahí nos enfrentamos a una paradoja:
¿Qué debe estar primero? ¿Mejores servicios públicos y, por lo tanto, mayor contribución de pago de impuestos? ¿O primero el mayor pago de impuestos para obtener mejores servicios?”, planteó ante la audiencia.
La respuesta fue la primera. El binomio, en ese orden, permitiría el crecimiento en la promoción de la formalización. “En la medida en que podamos mejorar los servicios, el acceso a la formalidad y el cumplimiento de las obligaciones tributarias deberían darse de manera natural”, reiteró.
Resaltó una ventaja más: ganarle la batalla a la competencia desleal. “Al momento de mejorar la eficiencia en los servicios promovemos la competencia leal en el mercado”, reflexionó. No obstante, aceptó que la Sunat sí debe agudizar su capacidad para detectar la informalidad que se genera por decisión propia, aquella que posee el único objetivo de eludir el control de la administración.
CONDICIONES QUE GESTAN LA INFORMALIDAD
El especialista identificó, aparte de las fallas en el servicio público, cuatro causas de la informalidad.
La regulación onerosa de los procedimientos para transformarse en formal encabezó la enumeración. Sugirió que los costos del cumplimiento tributario sean los mínimos posibles. “Además, que sean graduales, dependiendo del tamaño del contribuyente o de la empresa.
Tiene que haber un cierto nivel de control tributario”, afirmó.
Luego se refirió a las distorsiones en el mercado laboral. Subrayó el papel puntual de la Sunat en este aspecto: la administración de la planilla electrónica y la creación de mecanismos para masificar el acceso de las pequeñas empresas.
Un aspecto del comportamiento común también conformó la lista. “La cultura tributaria forma parte de un elemento de la productividad. Si los empresarios y los trabajadores tienen acceso a cuáles son sus responsabilidades, y estas responsabilidades las interiorizan como valores de la sociedad, probablemente tengamos incentivos para la formalidad”, aseveró.
Por último, enlistó a las distorsiones y a la falta, a veces, de equidad en el sistema tributario. “Nosotros creemos que siempre existen espacios de mejora, espacios de transformación en el sistema tributario.
En general, desde el lado de la administración creemos que somos responsables de reducir los costos del incumplimiento, de brindar mayor información y generar cultura tributaria para promover la formalización”, concluyó.
Fuente : Diario Gestión