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Lecciones inflacionarias para el Perú, desafíos y decisiones

La inflación está regresando con fuerza en América Latina, y las dos economías más grandes de la región, Brasil y México, enfrentan presiones crecientes que complican sus esfuerzos por mantener la estabilidad económica. Aunque Perú parece estar en una posición relativamente mejor, no está exento de desafíos.

Por un lado, en Brasil, la inflación ha aumentado al 4.5%, alcanzando su nivel más alto en cinco meses. El Banco Central de Brasil (BCB) ha mantenido una postura agresiva con tasas de interés altas del 10.5% para combatir la inflación.
Sin embargo, la tensión con el presidente Lula da Silva, quien ha criticado la dureza de la política monetaria, añade un componente político complejo a la situación. Además, el cambio inminente en la presidencia del BCB intensifica la incertidumbre sobre la dirección futura de la política monetaria. Por ello, la institución se encuentra en una encrucijada: debe equilibrar la estabilidad de
precios con las presiones políticas y las expectativas del mercado.

En la misma línea, México enfrenta un desafío aún mayor, con una inflación que ha subido a casi 5.6%, el nivel más alto en 14 meses. A pesar de esta presión inflacionaria, el Banco de México (Banxico) sorprendió al mercado al reducir su tasa de interés en 25 puntos básicos a 10.75%. Esta decisión ha generado controversia, ya que ocurre en un contexto de inflación creciente y una
depreciación significativa del peso mexicano, que ha bajado un 10%. La medida ha sido vista por algunos analistas como un intento de aliviar la carga fiscal del gobierno, que está considerando reformas constitucionales y ajustes fiscales importantes. Hoy la política monetaria de Banxico parece estar más influenciada por factores políticos que por una estrategia económica sólida, lo que podría poner en riesgo su credibilidad.

En contraste, el Perú presenta una situación relativamente más controlada. En julio del 2024, la inflación anual en Lima Metropolitana se situó en 2.1%, con la inflación subyacente en el límite superior del rango meta del 1%-3%. El BCR ha reducido su tasa de interés a 5.50%, con expectativas de una posible disminución adicional a 5.00% para finales de año. Aunque la inflación en el Perú está bajo control, con aumentos marginales en rubros como transporte (+0.63% m/m) y alimentos (+0.34% m/m), el BCR debe mantenerse vigilante y adaptar su política monetaria a medida que cambian las condiciones económicas globales y locales.

La reciente experiencia de Brasil y México subraya una lección fundamental para nuestro país: el control de la inflación exige decisiones monetarias cuidadosas y una capacidad de respuesta ágil a las condiciones cambiantes. Mientras las economías vecinas enfrentan desafíos políticos crecientes, Perú tiene la oportunidad de aprender de los errores de sus vecinos y mantener una estabilidad económica robusta. La clave para el Perú será la capacidad e independencia de nuestro banco central para equilibrar las demandas políticas y económicas, garantizando así un entorno de precios estables y un crecimiento económico sostenido.

En un mundo lleno de incertidumbre, mantener el rumbo y adaptar las políticas con rapidez será esencial para proteger el futuro económico del país. La lección es clara: la estabilidad económica y la inflación controlada dependen de decisiones bien fundamentadas y de una gestión flexible que pueda responder a las complejidades del entorno global.

Fuente : Diario Gestión