Oro rompe máximo histórico. El metal precioso alcanzó este martes un pico de US$ 2,141.79 por onza, para luego bajar a los US$ 2,140; rango promedio en el que se mantuvo durante el día anterior.
De esta manera, el commodity superó su valor récord obtenido a principios de diciembre, cuando llegó a los US$ 2,135.
En ese marco, tres expertos comentaron a Diario Gestión cuáles serían los fundamentos detrás de este rally y las expectativas para el metal en los próximos meses.
Factores que impulsaron precio del oro
Flavia Polar, Analista de Análisis de Emisores en Inteligo SAB, indicó que los dos principales drivers que han elevado la cotización del oro fueron: i) la depreciación del dólar y ii) la expectativa de la reducción de las tasas de interés por parte de la FED.
“Ambas variables presentan una relación inversa con el precio del metal. En cuanto al billete verde, este se ha venido devaluando, lo que permite que el oro sea más accesible para los compradores internacionales y esto ha provocado el incremento del precio”, precisó.
Por otro lado, la debilidad de la economía estadounidense ha generado expectativa a la baja de las tasas de la Reserva Federal (FED), esto ha hecho que el valor del metal precioso aumente, considerando que funciona como un activo refugio, añadió el experto.
Otros factores adicionales que impulsaron el alza en la cotización del commodity son el incremento de la inflación, aumento de riesgos geopolíticos y aumento de la debilidad económica de Estados Unidos.
“Por el contrario, los riesgos a la baja abarcan una mejora en la economía estadounidense, lo que podría demorar la bajada de tasas por parte de la FED y una apreciación importante del dólar”, sostuvo Polar.
Jaime Aritio, Gerente Comercial de Renta4 SAB, indicó que el oro ha aumentado alrededor de US$ 100 en las últimas cinco sesiones, lo cual se debería a las expectativas de flexibilización monetaria, tensiones geopolíticas y el riesgo de una corrección en los mercados de valores.
Adicional a ello, consideró que otra razón que explica el buen momento del metal es su alta demanda por parte de los mercados globales, lo cual hace que aumente su cotización.
“La persistente demanda de oro por parte de los bancos centrales viene ayudando a mantener los precios elevados; así como la demanda de inversionistas chinos que buscan un refugio contra las turbulencias en el mercado de valores y el sector inmobiliario del país asiático durante el mes de febrero”, explicó a Gestión.
Anthony Hawkins, analista de Inversiones y Mercado de Capitales en Kallpa SAB, coincidió en que el valor del commodity ha tomado impulso ante la preocupación de los inversionistas que temen recortes de la FED este año.
En esa línea, anotó que las encuestas de Bloomberg estiman que hay un 87% de probabilidad de que el primer recorte se dé en las reuniones de junio, mientras que la semana pasada la probabilidad era de 73%.
“Asimismo, la débil data macroeconómica de Estados Unidos, ha ocasionado que inversionistas abandonen su posición en equities y busquen activos de refugio como el oro”, dijo.
Expectativa en los próximos meses
Polar señaló que dada la incertidumbre económica y la expectativa de una desaceleración en Estados Unidos, se espera que el oro siga siendo atractivo como activo refugio y mantenga su tendencia creciente los próximos meses.
“Se espera una reducción de tasas por parte de la FED en el corto plazo, lo que continuaría impulsando el precio. Diría que podría subir hasta un rango de entre US$ 2,150 y US$
2,300 en el transcurso del 2024″, precisó a Gestión.
Por su parte, Jaime Aritio sostuvo que, en los primeros meses del año, el papel del oro como activo refugio está respaldado en los elevados riesgos geopolíticos, con ataques a buques en el Mar Rojo y las tensiones crecientes en el Medio Oriente.
Asimismo, “las preocupaciones económicas de China y las elecciones presidenciales de EE.UU. a finales de año generan el terreno de inestabilidad ideal para que el metal mantenga su fortaleza”, apuntó.
¿Atractivo en el corto plazo?
Polar manifestó que, en línea con lo expuesto párrafos arriba, se espera que el precio del oro mantenga la tendencia creciente, por lo que sería una buena opción de inversión en el corto plazo.
De otro lado, en el mediano plazo se esperaría una recuperación de la economía estadounidense y menor incertidumbre, lo que permitiría una apreciación del dólar y por ende una reducción en el precio del metal.
Dicho esto, “la inversión es más recomendable en el corto plazo, porque el alza del precio se espera en los próximos meses. En cambio, en el mediano plazo se espera una mejora
en la economía de Estados Unidos, por lo que el valor del oro bajaría (y ya no sería tan rentable)”, manifestó a Gestión.
Jaime Aritio indicó que se estima una cotización elevada del commodity por encima de los US$ 2,000 la onza en los próximos meses, lo cual beneficiaría a las empresas de minería aurífera durante el 2024.
Por el contrario, Anthony Hawkins posee una postura más reservada sobre el futuro del metal y sostiene que no se prevé un crecimiento considerable en su cotización.
“Tenemos una perspectiva neutral respecto al oro este año, dado que no vemos mucho upside para el metal en el corto plazo. No obstante, el panorama podría cambiar si se dan
más recortes de tasas este año o sí se intensifiquen los conflictos geopolíticos. Estas dos situaciones sí podrían gatillar una mayor subida del metal”, argumentó.
Finalmente, comentó que aquel inversionista que desea tener exposición al oro puede invertir en alguna empresa productora de su preferencia, “en el ETF GDX de mineras de oro. Si en caso quiere tener exposición directa a la cotización del precio del metal, puede invertir en ETFs como GLD o IAU, que replican el performance del commodity”.
Fuente : Diario Gestión