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Empleo en las empresas más grandes se mantiene “en rojo”, ¿hay espacio de mejora?

El panorama laboral aún es un tema de preocupación a medida que avanza la primera parte del año. Después de alcanzar un “pico” de 11.9% en abril del 2022, la creación de puestos de trabajo formales en el sector privado viene perdiendo dinamismo, según datos del Banco Central de Reserva (BCR). En los primeros dos meses del 2024 simplemente se estancó.

A pesar de un “rebote” de la economía -tras la recesión del 2023-, el empleo de calidad todavía no muestra signos claros de recuperación. En buena parte, esto se explica por el sector agrícola.
En este contexto, Axpen, una alianza de Apoyo Consultoría y Vinatea & Toyama, en su evento “Desafíos para la gestión humana en el 2024″, realizó un análisis más detallado que compartió con Gestión sobre un punto en particular: el empleo en la gran empresa.

Empresas más grandes

Axpen da una mirada a las 5,000 compañías más grandes. Con información de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) (planilla electrónica) se obtiene un resultado claro: “el empleo en las empresas más grandes aún no da la vuelta”.

En conversación con este diario, Jose Carlos Saavedra, socio de Apoyo Consultoría, indicó que estas representan el 60% del empleo formal y conforman los sectores extractivos, financieros y de consumo masivo.

“Lo que hay que observar es que la caída continua a pesar de quitar el agro moderno en la ecuación. Lo real es que el empleo que más crece es el subempleo y el empleo de menor calidad, aún cuando son empresas grandes. Tenemos al subempleo por ingresos a un 50% arriba desde antes de la pandemia”, remarcó.

La razón de que las grandes empresas no estén contratando personal con dinamismo es porque consideran -señaló Saavedra- que el futuro es incierto, respondiendo a una serie de factores vinculados a la coyuntura política voluble, el marco regulatorio no asegurando para los inversionistas, el populismo generado en el Congreso de la República y los altos costos de contratación, entre otros.

Una posible mejora recién se vería en el segundo semestre, pero bajo ciertas condiciones: en el lado sectorial, debe crecer la producción del agro moderno y la agroexportación. Ya, de manera general, se debe ver una mayor consolidación de la confianza empresarial.

“Se espera un nivel de recuperación positivo, en la medida que se tenga un aumento en la confianza para invertir y para contratar. Hemos visto que han mejorado las expectativas, aún no son
tan altas, pero al menos son mejores que las registradas entre el 2019 y el 2023″, indicó.

Expectativas y costos

Efectivamente, las expectativas empresariales han mejorado. De hecho, las empresas tienen mejores perspectivas de crecimiento por el rebote económico. Sin embargo, la mayoría continuará con una estrategia de reducción de costo. ¿Contradicción?

Saavedra remarca que “no es una contradicción porque el crecimiento estructural, el fundamental, sigue siendo bajo e incierto”.

Según Apoyo Consultoría, la economía peruana crecería 2.8% este año, tras su caída de 0.6% en el 2023. En este contexto, el Sondeo SAE de enero último reveló que el 62% de ejecutivos encuestados indicó que esperan ganancias de hasta 10% para este año.

Pero, hay estrategias empresariales que se seguirán: el 60% de CEO respondió que su principal estrategia es la mayor eficiencia de procesos y la reducción de costos.

“Hay que tomar ‘con pinzas’ la recuperación. Es gradual, por rebote. El año pasado, las empresas en el contexto de recesión defendieron sus balances con ajustes de costos y búsqueda de eficiencias. Ahora, esa es una receta -en medio del rebote- se va a repetir”, indicó.

Recordó que el año pasado, el 62% de empresas (que cotizan en bolsa) tuvo un deterioro en su margen de ganancia. “Dado un crecimiento económico modesto, la recuperación de los márgenes de ganancia se logra con ajustes de costo todavía”, destacó.

Aumento en los salarios

El salario real aumentó 2.9% en febrero último (promedio móvil 3 meses). ¿Cómo es posible que se dé este resultado en medio de un mercado laboral todavía frío?

Saavedra explica que el sector público está jugando un papel importante.
Los salarios estales aumentaron en 8.6%, mientras que en pesca, minería y servicios hubo caídas considerables.

“Este incremento se atribuye a políticas populistas que han impactado en sectores clave como salud y educación, aumentando los salarios estatales a dos cifras. Esta mejora podría poner en peligro la sostenibilidad a largo plazo”, advirtió.

Tomando en cuenta una proyección de Apoyo Consultoría de 3.3% para el empleo formal privado para este año, en la medida que se dé un escenario favorable y de recuperación, los salarios podrían dejar -aunque todavía- de caminar lento.

El aumento del empleo por encima del crecimiento de la oferta laboral mantendría algo de presión sobre salarios. De hecho, el sondeo gerencial Axpen revela que el 69% de empresas tiene planeado aumentar salarios en los próximos 12 meses, sobre todo en mandos medios y operarios.

Pero, la recuperación no es total, pues esta cifra se reduce de 79% de octubre del 2023.

Desafíos laborales

El último año, los cambios en materia laboral no han estado centrados en reformas estructurales, pero sí han generado mayores beneficios que, directa o indirectamente, encarecen el mercado laboral. Por ejemplo, tenemos la implantación de dos nuevos feriados o la limitación al uso de reportes crediticios como criterio de elegibilidad en el empleo.

Al mismo tiempo, se ha limitado el acceso a la impugnación judicial con la reforma del recurso de casación laboral, mientras que trabajadores y empleadores son testigos de criterios contradictorios o variables en los órganos de resolución laborales con lo cual la predictibilidad jurídica se reduce.

En este escenario la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) ha ido ganando terreno, convirtiéndose en la vía más usada por los trabajadores y sindicatos, pero no necesariamente la más razonable a criterio de las empresas, según muestra el informe sobre la Sunafil elaborado por Axpen.

Hoy en día, el agente principal de cambios laborales es Sunafil.

Las compañías deberían enfocarse en planificar cómo atender a los fiscalizadores, contar con un protocolo para responder a sus requerimientos en el plazo solicitado y así evitar las infracciones por obstrucción a la labor inspectiva, que son las más comunes.

Deben poner el foco en las necesidades, recursos y valores de los trabajadores para anticiparse a los conflictos o buscar solucionarlos de manera interna. El gran reto de las empresas es que los trabajadores toquen la puerta del jefe y que el jefe, en ese momento, abra la puerta y lo escuche con honestidad y respeto.

Fuente : Diario Gestión